* de Luis de Góngora
** de Niels Bohr
foto: Samuel Beckett contempla perro y gato, tomado de Entre Gulistán y Bostan

domingo, 27 de marzo de 2011

desde Génova,carta de P. Rée y F.Nietzsche a Elisabeth Nietzsche

Cartade Paul Rée y Friedrich Nietzsche a Elisabeth Nietzsche en Naumburg, desde Génova en Carnaval; años después los dos amigos se hicieron profundamente enemigos.

Génova, 5.2.1882

Distinguida señorita:
Me encuentro en un estado de desbordante entusiasmo-el término exige una disculpa, pero el hecho es que lo he encontrado todo muchísimo mejor de lo que esperaba, desde lo más grande a lo más pequeño.
Voy a comenzar por lo más importante: desde mi primera estancia en Basilea (alrededor de 1872) no había visto tan bien a su hermano, tan alegre incluso. Fui a verle por la mañana, llevándole sus regalos que le ilusionaron mucho, especialmente el de Krug*. Vive en una habitación agradable en el centro de la ciudad, muy silenciosa ya que está junto a un convento ante el cual no puede pasar ningún coche. Su agenda**, con el águila de mirada altanera, le hizo mucha gracia. Fue tan amable que me reservó una habitación cerca de la suya y en la que me instalé por la tarde. Después fuimos al teatro y cogimos dos entradas para hoy (domingo) por la noche: Sarah Bernhardt!!!
Estuvimos recostados en la playa, junto al mar,***sumidos en las más bellas conversaciones y con una vista divina. Génova es casi tan hermosa como Nápoles. Temíamos que esta charla desacostumbrada estropeara el día de hoy; pero esta mañana ha venido a verme tan fresco y alegre como la víspera. Nos encontraremos de aquí a dos horas para ir a la playa y esta noche Sarah.
Pero
no hay rosas sin espinas-la espina esta vez es la máquina de escribir. Está un poco torcida. Pero un mecánico de aquí me asegura que la dejará completamente nueva. Las piezas que la inmovilizaban, sujetándola, se habían soltado; inexplicablemente estaban mal encoladas. De hecho deberían haber estado ajustadas o clavadas. Por esto la máquina ha ido suelta dentro de la caja. Pero por favor, no se inquiete. Sea como fuere la devolveré en el estado en que estaba. Tan pronto haya terminado el mecánico, le escribiré de nuevo.
Los saludos más afectuosos
Paul Rée
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¡Sólo unas palabras hoy queridas mías! Fue una navidad obligada la que me llegó con un verdadero papá Noel además, aunque no pareciera un oso gruñón. Ahora haremos un repaso de todo, las bonitas zapatillas de pieles y las orgullosas agendas demostrando pretensiones aunque bienvenidas a mi espíritu de pájaro apenas descubierto (una de las anteriores agendas negras está totalmente llena de notas, la otra negra se la he regalado hoy al amigo Rée: de esta manera dispongo ahora para el viaje de los dos libritos. Pasado mañana escribiré más. Los saludos más cordiales a vosotros y al Dr. Demke.
F.
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*el de Krug :Gustav Krug, 1843-1902, amigo de Nietzsche de la época escolar de Naumburg. En su casa paterna (el consejero privado Krug fue amigo personal de Mendelssohn) Nietezsche descubrió la música por primera vez. Gustav Krug fue más tarde presidente de la asociación wagneriana de Colonia y también compuso. Rée había traído de Naumburg un cuaderno de canciones a las que éste había puesto música, y la alegría de Nietzsche fue especialmente grande pues pocos días antes había reconstruído en la memoria una de estas canciones "Jung Niklas", "curioso juego del azar". (En carta a Peter Gast, el 5.2.1882)
**su agenda: Elisabeth Nietzsche se encargó de buscar agendas para su hermano; se alude aquí a una agenda decorada por ella.
***junto al mar: "Rée y yo estuvimos ayer en aquella parte de la costa, donde dentro de cien años (o 500 o 1000, como usted lo prefiera) se me erigirá una pequeña columna en honor a "Aurora". Estuvimos echados felices, al sol, como dos erizos de mar". (En carta de Nietzsche a Peter Gast, 5.2.1882)
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de Documentos de un encuentro: -Friedrich Nietzsche, Lou v.Salome y Paul Rée-Selección, prólogo y notas por Ernst PFEIFFER-1970
trad. Ana Mª Domenech-ediciones LAERTES-1982

miércoles, 2 de marzo de 2011

B.KARLOFF-el monstruo del dr.Frankenstein-Fragm de la 3ª elegía de Duino-R.M.RILKE


Boris KARLOFF-El monstruo del dr.Frankenstein-
vía Entre Gulistan y Bostan-de Patricia Damiano-


Y él mismo, tumbado, el aliviado, bajo
párpados soñolientos disolviendo el dulzor
de tu leve figura en el paladeado adormecerse:
parecía un ser protegido...Pero dentro: ¿quién defendía?
¿quién impedía, dentro, en él las aguas del origen?
Ay, allí no había cautela alguna en el durmiente;
durmiendo,
pero soñando, pero entre fiebres: cómo se entregaba.
Él, el nuevo, el medroso, cómo estaba enredado
con las lianas cada vez más ligeras de su acontecer
interior,
entrelazadas ya en muestras, en un crecimiento que le
estrangulaba, en formas
que le acosaban, como animales. Cómo se entregaba. Amaba
Amaba su interior, la selva de su interior,
este bosque originario que había en él, sobre cuyo
mudo derrumbamiento
se erguía su corazón, de un verde luminoso. Amaba.
Lo abandonó, se fue,
saliendo de sus propias raíces, al enorme origen
donde su pequeño nacimiento estaba ya sobrevivido.
Amando
descendió a la sangre más vieja, a los barrancos
donde yacía lo Terrible, ahíto aún de los padres. Y
todo
lo terrible le conocía, guiñaba, estaba como en connivencia.
Sí, lo Terrible sonreía...Rara vez
has sonreído, madre, de un modo tan tierno.
Cómo no
iba a amarlo si esto le sonreía. Antes que tú
lo ha amado él, pues, ya cuando en ti lo llevabas,
esto estaba disuelto en el agua que hace ligero a aquel
que germina. [...]
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Trad. Eustaquio BARJAU-edit. Cátedra-
Elegías de Duino-R.M.RILKE
[...]Und er selbst, wie er lag, der Erleichterte, unter
schläfernden Lidern deiner leichten Gestaltung
Süße lüsend in den gekosteten Vorschlaf -:
schien ein Gehüteter... Aber innen: wer wehrte,
hinderte innen in ihm die Fluten der Herkunft?
Ach, da war keine Vorsicht im Schlafenden; schlafend,
aber träumend, aber in Fiebern: wie er sich ein-ließ.
Er, der Neue, Scheuende, wie er verstrickt war,
mit des innern Geschehns weiterschlagenden Ranken
schon zu Mustern verschlungen, zu würgendem Wachstum, zu tierhaft
jagenden Formen. Wie er sich hingab -. Liebte.
Liebte sein Inneres, seines Inneren Wildnis,
diesen Urwald in ihm, auf dessen stummem Gestürztsein
lichtgrün sein Herz stand. Liebte. Verließ es, ging die
eigenen Wurzeln hinaus in gewaltigen Ursprung,
wo seine kleine Geburt schon überlebt war. Liebend
stieg er hinab in das ältere Blut, in die Schluchten,
wo das Furchtbare lag, noch satt von den Vätern. Und jedes
Schreckliche kannte ihn, blinzelte, war wie verständigt.
Ja, das Entsetzliche lächelte ... Selten
hast du so zärtlich gelächelt, Mutter. Wie sollte
er es nicht lieben, da es ihm lächelte. Vor dir
hat ers geliebt, denn, da du ihn trugst schon,
war es im Wasser gelöst, das den Keimenden leicht macht.[...]