* de Luis de Góngora
** de Niels Bohr
foto: Samuel Beckett contempla perro y gato, tomado de Entre Gulistán y Bostan

miércoles, 29 de mayo de 2013

todo caso de locura es que algo ha regresado-de La pasión de G.H.-C.LISPECTOR



[...] ¿Pero, por qué exactamente se había reconstruido en mí de repente el silencio original? como si una mujer tranquila hubiese simplemente sido llamada y tranquilamente hubiese abandonado el bordado en la silla, se hubiese levantado, y sin decir una palabra -abandonando su vida, renegando del bordado, del amor y del alma ya formada-, sin una palabra esa mujer se hubiese puesto tranquilamente a cuatro patas y comenzado a caminar y a arrastrarse con mirada brillante y tranquila: es que la vida anterior la había reclamado y ella respondió a la llamada.
Pero, ¿por qué yo? Pero por qué yo no. Si no hubiese sido yo, nada sabría, y habiendo sido yo, supe; eso es todo. ¿Qué es lo que me había llamado: la locura o la realidad?
La vida se vengaba de mí, y la venganza consistía sólo en regresar, nada más. Todo caso de locura es que algo ha regresado. Los posesos, a ellos no les posee lo que llega, sino lo que regresa. A veces, la vida regresa. [...]









en La pasión según G.H.--(1964)-Clarice LISPECTOR-
trad.Alberto Villalba para Ediciones Península, 1988

2 comentarios:

  1. Al poseso le llega "lo que regresa", esa es su realidad, su presente y su devenir. Todo cuanto le brinda el futuro es regreso.
    Cuanto más experiencias acumulamos, más arduo es establecer la tenue frontera que separa al poseso del que no lo es. Preguntadle si no a vuestra memoria.

    Salud

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  2. Creo que así es, Loam, ninguno de nuestros actos nos abandona, y te diría que intuyo también que esas experiencias que sucesivamente se acumulan están subordinadas a las anteriores. Es difícil imaginar la tabla rasa. La realidad, tal como creo que la considera C.Lispector, tiene su pasado, su más remoto pasado, y que resulta enloquecedor cuando inesperadamente asalta al presente. Es este un libro en mi opinión, fatigoso a ratos, pero con momentos iluminadores de esas etapas en las que lo animal y lo humano aún no se habían separado.
    Salud
    k

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