* de Luis de Góngora
** de Niels Bohr
foto: Samuel Beckett contempla perro y gato, tomado de Entre Gulistán y Bostan

sábado, 21 de agosto de 2010

de El carácter de la escritura china como medio poético(4)-autor:Ernest FENOLLOSA-publicado por Ezra POUND con algunas anotaciones-

Pero esto sólo es el comienzo del asunto. Hasta ahora hemos mostrado los caracteres y la oración china como vívidas representaciones taquigráficas de acciones y procesos naturales. Ellas encierran verdadera poesía. Tales acciones se ven, pero la lengua china sería pobre y la poesía china un arte inferior si no fueran capaces de representar también lo invisible. La mejor poesía, además de con imágenes naturales, trata con pensamientos elevados, con sugerencias espirituales y con oscuras relaciones. La mayor parte de la verdad natural se oculta en procesos que la vista no percibe y en armonías demasiado vastas, en vibraciones, cohesiones y afinidades. El chino también alcanza todo eso y con gran intensidad y belleza.
Es posible preguntarse:¿cómo ha sido capaz el chino de construir un vasto lienzo espiritual a partir de una escritura con imágenes? Para la mentalidad occidental ordinaria que concibe el pensamiento dentro de categorías lógicas y que condena la facultad imaginativa directa, esta proeza parece imposible. Sin embargo, la lengua china, con sus peculiares materiales, ha pasado de lo visible a lo invisible a través del mismo procedimiento que utilizaron los pueblos antiguos. Este procedimiento es la metáfora, el empleo de imágenes materiales para sugerir relaciones inmateriales[nota de Ezra Pound:"Compárese con la Poética de Aristóteles: "La rápida percepción de relaciones es la señal del genio"].
Toda la delicada sustancia del lenguaje está construida sobre los cimientos de la metáfora. Los términos abstractos estudiados por medio de la etimología revelan sus antiguas raíces hundidas en algún hecho directo. Pero las metáforas primitivas no surgen a partir de procesos subjetivos arbitrarios. Sólo son posibles porque siguen líneas objetivas de relaciones que se dan en la misma naturaleza. Las relaciones son más reales e importantes que las cosas que por ellas se relacionan. Las fuerzas que producen el ángulo de flexión de las ramas de una encina ya estaban contenidas en potencia en la bellota. Líneas de resistencia similares que controlan la vitalidad del crecimiento gobiernan las ramificaciones de ríos y naciones. Así, un nervio, un cable, un camino y una aduana no son sino los diversos canales por los que la comunicación se realiza. Esto es más que una analogía, es una identidad de estructura. La naturaleza proporciona sus propias claves. Si el mundo no hubiera estado lleno de homologías, simpatías e identidades, el pensamiento no existiria y el lenguaje habría permanecido encadenado a lo obvio. Tampoco habría existido puente por el que cruzar de la verdad menor de lo visible a la verdad mayor de lo invisible. Tampoco más de unos cientos de raíces de nuestros diccionarios podrían haber tratado directamente con procesos físicos. Estas raíces podemos identificarlas con bastante facilidad en el sánscrito primitivo. Son, casi, sin excepción, verbos vívidos. La riqueza del lenguaje europeo creció siguiendo lentamente el intrincado entramado de sugerencias y afinidades de la naturaleza. La metáfora se amontonaba sobre la metáfora en estratos casi geológicos.
La metáfora, reveladora de la naturaleza, es la substancia misma de la poesía. Lo conocido interpreta lo oscuro, el universo vive con el mito. La belleza y libertad del mundo perceptible proporcionan un modelo, y la vida está preñada de arte. Es un error suponer, como algunos de los filósofos de la estética, que arte y poesia intentan ocuparse de lo general y lo abstracto. Esta falsa concepción la hemos heredado de lógica medieval. Arte y poesía se ocupan e lo concreto de la naturaleza, con hileras de "particulares" separados, porque tales hileras no existen. La poesía es más refinada que la prosa, porque nos puede entregar una verdad más concreta con las mismas palabras. La metáfora, su instrumento capital, es a la vez la substancia de la naturaleza y el lenguaje. La poesía sólo hace conscientemente[nota de Ezra POUND:"Vide también un artículo sobre Vorticismo en la Fortnightly Review, de septiembre de 1914. "The language of exploration", ahora en mi "Gaudier-Brzeska"] lo que los pueblos primitivos hacian inconscientemente. La labor principal del literato al tratar con el lenguaje, y especialmente de los poetas, consiste en rastrear las viejas líneas de avance hasta su origen.[nota de Ezra POUND:"Me permito sugerir con toda humildad que esto se aplica también a la traducción de textos antiguos. El poeta, al ocuparse de su propio tiempo, también debe de tratar de que el lenguaje no se le petrifique en las manos. Debe estar preparado para nuevos avances en el terreno de la uténtica metáfora, que es la metáfora interpretativa, o imagen, diametralmente opuesta a la metáfora falsa u ornamental"]Debe hacer esto para mantener a sus palabras enriquecidas con todas sus sutiles resonancias de significado. Las metáforas originales son como una especie de fondo luminoso que dan color y vitalidad, aproximándolas a la concreción de los procesos naturales. Shakespeare abunda en ejemplos de esto. Por estas razones la poesía fue la primera de las artes; poesía, lenguaje y conservación del mito crecieron juntos.
Me he demorado en lo anterior porque me permite demostrar claramente por qué creo que la lengua china escrita ha absorbido no sólo la substancia poética de la naturaleza y ha construido con ella metáforas de segunda potencia, sino también porque, gracias a su visibilidad pictórica, ha sido capaz de conservar su poesía creativa original con mucho más vigor y vitalidad que cualquier otra lengua fonética. Veamos ahora en primer lugar cómo se mantiene cerca del corazón de la naturaleza en sus metáforas. Podemos observar cómo pasa de lo visible a lo invisible como la vimos pasar de verbo a pronombre. Además mantiene su primitiva savia y no está cortado y seco como una rama caída. Se nos ha dicho que el pueblo chino era frío, práctico, mecánico, literal y sin rastro de genio imaginativo. Eso son sinsentidos.
Nuestros antepasados convirtieron la acumulación de metáforas en estructuras de lenguaje y en sistemas de pensamiento. Las lenguas hoy día son delgadas y frías porque cada vez pensamos menos dentro de ellas. Estamos forzados, debido a la precisión y brevedad, a reducir cada palabra a su mínima expresión de significado. La naturaleza se ha convertido más y más en una fábrica, en lugar de ser un paraíso. Aceptamos el mal uso vulgar del momento presente.
Un estadio tardío de la decadencia del lenguaje se encuentra embalsamada en el diccionario.
Sólo los eruditos y los poetas se aventuran con esfuerzo por la senda hacia las etimologías y recomponen el habla lo mejor que pueden a partir de fragmentos olvidados. Esta anemia del habla moderna es estimulada por la escasa fuerza cohesiva de nuestros símbolos fonéticos. En una palabra fonética hay poco o nada que exhiba las etapas embrionarias de su crecimiento. No lleva su metáfora en la cara. Olvidamos que, una vez, personalidad significó no el alma, sino la máscara del alma. Esto es algo que posiblemente no puede ser olvidado al utilizar los símbolos chinos.
En esto la lengua china muestra sus ventajas. Su etimología es constantemente visible. Mantiene el impulso creativo y sus procesos funcionando visiblemente. Después de milenios aún se perciben las líneas de avance metafórico y en muchos casos todavía aparecen el el significado. Así, una palabra, en lugar de empobrecerse más y más, como nos ocurre con las nuestras, se hace más y más rica de edad en edad hasta volverse casi consientemente luminosa. Su utilización en filosofia e historia, en biografía y en poesía, crean a su alrededor un nimbo de significado. Un significado que se centra en torno al símbolo gráfico. La memoria puede retenerlo y emplearlo. El auténtico limo de la vida china está ligado a las raíces de su lenguaje.
La multitud de ilustraciones que ilustran sus anales de experiencia personal, las líneas de tension que convergen en un clímax trágico -con el carácter moral como autentico origen del principio-, todo eso es enviado al tiempo a la mente como valor de refuerzo por acumulación de significado, cosa que en una lengua fónica difícilmente sería posible. Sus ideogramas son como banderas de campaña bañadas en sangre para un viejo soldado. Entre nosotros, el poeta es el único para el cual los tesoros acumulados de las razas de palabras son reales y activos. El lenguaje poético siempre vibra en oleadas de resonancia y afinidades naturales, pero en chino la visibilidad de la metáfora tiende a elevar esta cualidad a su máxima intensidad.
(continuará)
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tomado de de El carácter de la escritura china como medio poético-autor:Ernest FENOLLOSA-publicado por Ezra POUND con algunas anotaciones-
trad. e introducción Mariano Antolín Rato-edit. Visor

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