Para los Presocráticos, la poesía y la filosofía eran lo mismo. Las conjeturas cosmológicas y las argumentaciones eran expuestas en verso. El problema comenzó con la discriminación categórica que hizo Platón entre “las verdaderas funciones” del discurso filosófico y la pedagogía, por un lado, y la ficción, incluso irresponsable, a la que la poesía y sus rapsodias eran inevitablemente propensas, por el otro. El sentido inicial de armonía entre la filosofía sistemática y la expresión poética nunca ha estado por completo perdido. Se manifiesta en los escritos de Lucrecio, Pope o Voltaire. Repetidas veces, en sus diarios y cuadernos de notas, Wittgenstein expresa el deseo de que sus intuiciones filosóficas pudieran encontrar una articulación adecuada en poesía (Dichtung). Pero el vínculo ha sido cada vez más incómodo. Grandes maestros de la filosofía, como Descartes o Spinoza, hablan por muchos filósofos cuando sugieren que el ideal del análisis filosófico debiera ser el de las matemáticas o el de la abstracción sin compromiso de la lógica. Mallarmé (lector atento de Hegel) replicaba con agudeza que la poesía está hecha de palabras, no de ideas.
En el contexto del siglo XX, el encuentro más fascinante y productivo entre la filosofía y la poesía es el que se dio entre Paul Celan y Martin Heidegger. (leer completo aquí, en Ignoria Biblioteca)
Es curioso que cites la identificación que hacían los presocráticos entre poesía y filosofía. Precisamente ayer leía que el poeta Pere Gimferrer, por el contrario, opinaba que la poesía es ante todo palabra e imagen, no idea. ¿Tanto ha cambiado la perspectiva de interpretación cultural del mundo desde los griegos? ¿La poesía es lo que es porque no sabe ni puede ser otra cosa? ¿Es la poesía tal cual para liberación del reino de las palabras o por expulsión del mundo de las ideas? ¿Se ha desprendido de otras instancias o ha llegado a la propia? ¿Ha logrado la poesía su culmen o su reducción? Preguntas de un obrero ante un libro, que diría Brecht, pero no lo dijo. Duda, diría yo. Y no sé si algo metafísicas, buá.
ResponderEliminarUn abrazo.
Entre G.Steiner y el multipremiado y académico de la real..., Gimferrer, sin dudarlo, me adhiero a lo que diga el primero. Las opiniones de Gimferrer a mí, me traen al fresco. Procuro no leerle, porque me indigna.
ResponderEliminarTe haces-me haces, muchas preguntas que no sé responder, y no es cuestión de poner citas de tal o cual, pero hay una a la que contesto tajantemente que sí,que "¿La poesía es lo que es porque no sabe ni puede ser otra cosa?",no tiene porqué ser filosofía aristotélica, ni matemática, ni sociología,ni novela,ni tan siquiera literatura, Gamoneda dixit y comulgo con ello.
Hay algo curioso;entre los llamados "presocráticos", están dos geniales matemáticos, Tales de Mileto y Pitágoras de Samos, mago y oscuro como él solo y su secta, el último.Luego vinieron mucho después Sócrates y Platón, y Aristóteles, y ahí ya venció la razón, ya todo aquel mundo se perdió. Pero la poesía estaba antes de todo eso, antes de Homero que ya estaba mucho antes, y antes de las gramáticas, y los idiomas; la poesía, en mi opinión que se deja influir por Heidegger, Zambrano, Ko-Un y otros "chinos" así, estaba en el "antes", y del "antes" no puede moverse, porque para lo de "después", bué, jejeje, ya sabemos lo que vino después, que es donde estamos,en una sociedad organizada, estados, países,mercados y bla bla bla, todo ello con unas normas muy pero que muy requeteexquisitamente lógicas, y razonables y justas y más bla bla bla,
abrazo
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