entre espinas crepúsculos pisando* Cuando llegamos a los átomos sólo puede usarse el lenguaje como en Poesía**
* de Luis de Góngora
** de Niels Bohr
foto: Samuel Beckett contempla perro y gato, tomado de Entre Gulistán y Bostan
** de Niels Bohr
foto: Samuel Beckett contempla perro y gato, tomado de Entre Gulistán y Bostan
miércoles, 16 de febrero de 2011
de Mª Ángeles MAESO
Como esos lugares de encuentro
Como esos lugares de encuentro
que ves en los aeropuertos,
¿ya eres, sin palomas, sólo-cuerpo-suelo
para que puedan celebrar su cita
la flor y las agujas?
¿Y el resto? ¿Y todo lo que dejabas
para después de la muerte?
Todo lo que daba vueltas,
como ese millón de refugiados
alrededor del lago Tanganika,
¿ya fue tocado,
hundido,
quemado,
descuartizado...?
***
No es nadie
No es nadie. La plaza está vacía. Los otros, ¿quiénes, viejo, son los
otros?
No es nadie. Es el error metiendo ruido, lima que te lima al otro lado
de la puerta.
Tienes que agarrarte a él, tú que no quieres sólo la verdad,
toda la verdad, la verdad entera.
No es nadie. Es una mañana, cualquier mañana henchida y satisfecha
creyendo que sólo con ser luz a sí misma se basta.
Miente.
***
Nada, ni siquiera la vergüenza...
Nada, ni siquiera la vergüenza,
cambia una verdad
ya terminada.
Es la limpísima llanura en mate
de los puzzles acabados
veinte veces.
Por eso, nada.
Ni un pelo de punta ante las fotos
reveladas con retraso.
Nada, aunque oiga sobre ellas pasos
de gatos y de otros animales
que no salieron.
Ya es mía, y para siempre
esa boca con sonrisa
y con dos o tres ratones quietos.
Si al menos hubieras sido una
de todas las que fuiste hambrienta.
***
Irse despidiendo en vivo de nosotros mismos, zanjando la cuestión de un
pálpito con kilómetros de por medio y no hacia abajo.
Así unas diez o doce veces y al grito de circulen circulen, no quiero corros y
mucho menos con los niños.
Hacia la mitad, si es noviembre y llueve, si muy mansamente y para ti sola
llueve,
pones un disco de jazz, pones un gato en el sofá, pones en agua la Santa Cena
y Las Completas de Lenin,
te asomas a la válvula mitral y te pones a mirar en el haber
del a-ver-a-ver averquéqueda.
Y eso es todo.
Más de uno se sacó los ojos.
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MARÍA ÁNGELES MAESO
(Valdanzo, Soria, España, 1955)
tomado de el mundo incompleto,blog de Irene Gruss
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