Todo el que quiera istalarse con un consultorio de adivinansaS tiene que luchar con 2 contras muy serias: el allanamiento de la polisíA (cosa inposible de adivinar porque nadies sabe jamás qué cosas hará la polisíA), y que la clientela no tenga confiansa en los augurios del adivino. Y contra esos 2 inconvenientes tuvo que luchar casandrA, la hija de príamO, aquel que perdió su trono a causa de un tremendo insendio que no pudo ser sofocado a tienpo.
Se sabe que la seniorita casandrA tenía un privilejio enorme: podía antisipar el futuro de todas las cosas, indicando en forma infalible el día y la hora en que susedería cualquier acontesimiento(1). Y esa virtú tuvo su orijen en que siendo casandrA saserdotisA de apolO había sido dotada del don de la profesía, hasta que un día la tipa enpesó a conpadrear con sus poderes y a ser indiscreta con sus adivinansas, y entonses la condenaron a lo peor que puede ser condenado un adivinO: a que nadies le llevara el apunte en sus pronósticos, o sea masomenos lo mismo que haora le ocurre al odservatoriO meteorolójicO que cuando anunsia buen tienpO todo el mundO sale con piloto, y viseversa.
Era inútil que la pobre casandrA se arruinase el órgano produbtor de la voz (la larinjE) tratando de ser escuchada por sus parientes y amigos...
-¡Tené cuidado, no te metás! -le dijo a su padre, cuando los sitiadores de la siudá de troyA le ofresieron de regalo un tremendo caballo de madera-. ¡Mirá que te van a meter la mulA!
-¡Ja ja ja ja jaja! -contestó el reY troyano y padre suyo como ya digimos-. ¡Dejate denbromar con tus adivinansas!
¡Y si no fue sierto lo que desía casandrA, que venga homerO y lo diga!
Llena de tristeza, porque sabía todo lo que iba a suseder, la muchacha llegó a misenaS como esclava del reY agamenóN, que regresaba triunfante, contento y con grandes proyebtos para el futuro... Y la casandrA hubiera querido desirle a gritos: "Dispará, que vas a morir asesinado! ¡No volvás a tu casa, que tu muger tengaña con el amigo mas fiel!", pero se calló la bocA y dejó que la marcha de los acontesimientos siguiera su curso por el férreo camino de la fatalidá... Y agamenóN fue asesinado, como es del dominio público; y casandrA -¡y eso tanbién lo sabía!-, fue asesinada cuando le llegó el turno.
Triste final el de algunas adivinaS: ¡cuando no las persigue la polisíA, las revienta el esetisismo de la jente!
NOTAS: (1) Todo en el mas alto nivel, sentiende, o sea que casandrA no daba datos para las carreraS de caballos, ni para la lotería, ni la quiniela ni nada.
De Brutas biografías de bolsillo
cortesía de Ignoria Biblioteca hogar
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