* de Luis de Góngora
** de Niels Bohr
foto: Samuel Beckett contempla perro y gato, tomado de Entre Gulistán y Bostan

domingo, 15 de agosto de 2010

El carácter de la escritura china como medio poético(2)-autor:Ernest FENOLLOSA-publicado por Ezra POUND con algunas anotaciones-

La forma de la oración fue impuesta al hombre primitivo por la propia naturaleza. No fuimos nosotros quienes la hicimos; se trata de un reflejo del orden temporal en la causalidad. Toda verdad ha de ser expresada en oraciones porque toda verdad es tansferencia de fuerza. El tipo de oración en la naturaleza es como un relámpago. Pasa entre dos miembros: una nube y la tierra. Ninguna unidad de proceso natural puede ser menor que ésta. Todos los procesos naturales son, en sus unidades, tanto como esto. Luz, calor, gravedad, afinidad química, voluntad humana tienen en común el ser operaciones de redistribución de energía. Su proceso unitario puede ser representado así:

-término desde el cual

-transferencia de fuerza

-término hacia el cual


Si consideramos esta transferencia como el acto consciente o inconsciente de un agente, podemos convertir el diagrama en:

-agente

-acto

-objeto


En este diagrama, el acto es la substancia misma del hecho denotado. El agente y el objeto sólo son términos limítrofes.
A mi parecer, la oracion normal y típica, en inglés lo mismo que en chino, expresa justamente esta unidad del proceso natural. Unidad consistente en tres palabras necearias: la primera, denotando el agente o sujeto del cual parte el acto; la segunda, expresando la realización concreta del acto; la tercera, señalando al objeto, al receptor del impacto. Así tenemos:

Agricultor

cultiva

arroz


La forma de la oración transitiva china,y la de la inglesa (omitiendo partículas) se corresponde exactamente con esta forma de acción universal en la naturaleza. Aproxima lenguaje y cosas, precisamente en su dependencia de los verbos convierte a todo discurso en una especie de poesía dramática.
Una orden de oración diferente es común en lenguas declinables, como el latín, el alemán o el japonés. Esto se debe a que tienen declinaciones, es decir, tienen pequeños añadidos o sufijos, indicadores que señalan quién es el agente, el objeto, etc. En lenguas no declinables, como el inglés y el chino, no existe naeda, excepto el orden de las palabras, para distinguir sus funciones. Y este orden no sería indicación suficiente si no fuera el orden natural-es decir el orden de causa y efecto.
Es cierto que en el lenguaje hay formas intransitivas y pasivas, oraciones construidas con el verbo "ser", y también formas negativas. A gramáticos y lógicos, tales formas les han parecido más primitivas que la forma transitiva, o cuando menos, excepciones de la forma transitiva. He sospechado durante mucho tiempo que estas formas, aparentemente excepcionales, han surgido de la transitiva o se han desgajado de ella por alteración o modificación. Este punto de vista lo confirman algunos ejemplos chinos en los que todavía es posible observar cómo se produce la transformación.
La forma intransitiva se deriva de la transitiva por caída de un objeto general, corriente, reflexivo o análogo:"He runs (a race)"Él corre una carrera. "The sky reddens (itself)"El cielo enrojece(a sí mismo), "We breathe (air)".Nosotros respiramos (aire). De este modo obtenemos oraciones débiles e incompletas que suspenden la imagen y nos hacen pensar que algunos verbos denotan estados y no actos. Fuera de la gramática, la palabra "estado" difícilmente seria considerada científica. ¿Quién dudaría que cuando decimos "La pared brilla", queremos decir que esa pared refleja activamente la luz hacia nuestros ojos?
La belleza de los verbos chinos reside en que todos ellos son transitivos e intrnasitivos según se quiera. No existe algo ccomo un verbo naturalmente intransitivo. La forma pasiva es evidentemente una oración correlativa que invierte los términos y convierte al objeto en sujeto En sí mismo, el objeto no es pasivo: añade una fuerza positiva propia a la acción, está de acuerdo, tanto con la leyes científicas como con la experiencia ordinaria. La voz pasiva inglesa con "es", en principio parece constituir un obstáculo para esta hipótesis, pero uno llega a sospechar que la forma original era la de un verbo transitivo generalizado, significando algo semejante a "recibir", que ha degenerado hasta convertirse en auxiliar. Fue una delicia encontrar que éste era el caso en chino.
En la naturaleza no hay negaciones, no existen posibles transferencias de fuerza negativa. La presencia de oraciones negativas en el lenguaje parecería corroborar la visión de los lógicos segùn la cual una afirmación es un acto subjetivo arbitrario. Nosotros podemos afirmar una negación aunque la naturaleza no pueda hacerlo. Pero en ese punto la ciencia viene en nuestra ayuda, frente al lógico: todo movimiento aparentemente negativo o disruptivo introduce otras fuerzas positivas. Se requiere un gran esfuerzo para aniquilar. Por tanto, podemos sospechar que si siguiéramos la historia de todas las partículas negativas hasta sus orígenes, encontraríamos que también ellas nacieron de los verbos transitivos. Es demasiado tarde para demostrar tales derivaciones en las lenguas indoeuropeas, puesto que se han perdido las claves; pero en chino todavía se puede observar cómo ideas verbales positivas se convierten en los llamados negativos. Así, en chino, el signo que significa "estar perdido en el bosque" se relaciona con un estado de no-existencia. El inglés "not"("no") = al sánscrito na, puede proceder de la raíz na ,estar perdido, perecer.
Por último, viene el infinitivo que sustituye a la cópula universal "es" por un verbo cromático específico, seguido de un nombre o un adjetivo. No decimos que un árbol "verdea", sino que "el árbol es verde"; tampoco decimos que "los monos paren vida joven" sino que "el mono es un mamífero". Se trata de una debilidad del lenguaje. Proviene de la generalización de todas las palabras intransitivas en una sola. Lo mismo que "vivir", "ver", "andar", "respirar" se han generalizado en estado al caer de sus objetos, estos verbos débiles, a su vez, se han reducido al estado más abstracto de todos: llamémosle mera existencia.

En realidad, no existen verbos que sean pura cópula, que respondan a esa concepción original: nuestra propia palabra "existir" significa "manifestar", "mostrarse por medio de un acto concreto". "Es" procede de la raíz indoeuropea as, "respirar". "Be" ("ser") procede de bhu, "crecer".
En chino el verbo primordial para "es", no sólo significa activamente "tener", sino que muestra, a partir de su derivación, que expresa algo todavía más concreto, digamos que "coger con a mano algo que está en la luna".
Aquí, el símbolo más escueto del análisis prosaico se transforma por arte de magia en un espléndido destello de poesía concreta.
No consideraré inútil este dilatado analisis de la oración si he conseguido mostrar hasta qué punto es poética la forma china y cuán cerca está de la naturaleza. Al traducir del chino, especialmente verso, debemos mantenernos lo más cerca posible y aferrarnos con toda la energía de que seamos capaces a la fuerza concreta del original, rechazando siempre que podamos adejtivos, nombres y otras formas intransitivas y buscando, en lugar de eso, verbos fuertes e individualizados.
Hemos de notar, finalmente, que la semejanza formal entre la oración china y la inglesa hace la traducción de uno al otro idioma excepcionalmente sencilla. El genio de ambas lenguas es casi el mismo. Con frecuencia es posible, omitiendo algunas partículas inglesas, realizar una traducción literal palabra a palabra que no sólo resulte inteligible al inglés, sino que incluso estará en un inglés más convincente y poético. En este punto, sin embargo, es preciso seguir muy de cerca lo que se dice, y no meramente lo que se quiere decir.
Volvamos ahora de la oración china a la palabra individual escrita. ¿Cómo han de ser clasificadas tales palabras? ¿Son ellas, y por naturaleza, unas nombres, otras verbos y otras adjetivos? ¿En chino hay pronombres, preposiciones y conjunciones como en las lenguas occidentales?
A partir del análisis de las lenguas indoeuropeas uno llega a sospechar que esas diferencias no son naturales y que desgraciadamente han sido inventadas por los pragmáticos para hacer confusa una sencilla disposición poética hacia la vida. Todas las naciones han escrito su literatura más robusta y viva ants de haber inventado una gramática. Además, todas las etimologías indoeuropeas apuntan hacia unas raíces que son los equivalentes de los sencillos verbos sánscritos tal y como los encontramos tabulados al final del diccionario de Skeat. La naturaleza misma no tiene gramática[nota de E.Pound:"Incluso el latín, el latín vivo carecía de las enredadas reglas que abruman a los desgraciados estudiantes. Las reglas, en ocasiones, se tomaban de prestado de los gramáticos griegos; hasta yo mismo he visto gramáticas inglesas tomando de prestado los casos oblicuos de las gramáticas latinas. A veces provenían de la manía gramatical y categorizante de los pedantes. El latín vivo sólo tenía sensibilidad para los casos: la emoción ablativa y dativa"]
¡Coged a un hombre y decidle que él es un nombre, una cosa muerta, y no un conjunto de funciones! Una "parte de la oración" es lo único que él hace. Nuestras lineas divisorias se rompen con bastante frecuencia, una parte de la oración actúa por otra. Actúan la una por la otra porque originalmente ambas partes eran una y la misma.
Somos muy pocos los que nos damos cuenta de que en nuestra propia lengua estas diferencias co-existían orgánicamente; que aún tienen vida. Sólo cuando surge la dificultad de situar un término extraño, o cuando nos vemos obligados a traducir a una lengua muy diferente, alcanzamos durante un momento el calor más íntimo del pensamiento, un calor que funde las partes de la oración para que sean moldeables a voluntad.[continuará]

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